California hizo historia en 1996 con la aprobación de la Proposición 251, la Ley de Uso Compasivo, que garantiza que los pacientes gravemente enfermos y sus cuidadores principales que posean o cultiven marihuana para fines médicos personales del paciente con la recomendación o aprobación de un médico autorizado, no estén sujetos a enjuiciamiento penal ni sanciones en California. La ley no protege las plantas de marihuana de la incautación ni a las personas del enjuiciamiento federal en virtud de la Ley Federal de Sustancias Controladas. El proyecto de ley 420 del Senado (2002) se aprobó para ayudar a las fuerzas del orden a identificar a estos pacientes que cumplen los requisitos. En 2004, el Departamento de Servicios de Salud de California estableció el Programa de Marihuana Medicinal (MMP) para poner en marcha un sistema voluntario de tarjetas de identificación en todo el estado a través de los condados locales, lo que facilita a los pacientes y a sus cuidadores principales demostrar que están legalmente autorizados para poseer, cultivar, transportar y utilizar marihuana medicinal en California.