California hizo historia en 1996 con la aprobación de la Proposición 215, conocida como la Ley de Uso Compasivo. Esta ley garantiza que los pacientes con enfermedades graves y sus cuidadores principales que posean o cultiven marihuana para el uso médico personal del paciente, con la recomendación o aprobación de un médico con licencia, no estén sujetos a enjuiciamiento penal o sanciones bajo la ley estatal de California. La ley no protege las plantas de marihuana contra decomisos, ni protege a las personas contra el enjuiciamiento federal bajo la Ley Federal de Sustancias Controladas. En 2002 se aprobó el Proyecto de Ley del Senado 420 para ayudar a las agencias del orden público a identificar a los pacientes calificados. En 2004, el Departamento de Servicios de Salud de California estableció el Programa de Marihuana Medicinal (MMP) para implementar un sistema voluntario de tarjetas de identificación en todo el estado, administrado por los condados. Este programa facilita que los pacientes y sus cuidadores principales demuestren que están legalmente autorizados para poseer, cultivar, transportar y usar marihuana medicinal en California.